miércoles, 19 de noviembre de 2008

¿Cuanta información personal es visible cuando navegas por internet?

A muchos nos sorprendería saber la cantidad de información personal nuestra que cualquiera puede llegar a ver cada vez que nos conectamos a Internet. Vamos a hacer una prueba.....


A ver.........espera un momento....................




¿Te estás poniendo nervioso/a? ¡Ya lo tengo!....






¿He acertado? Seguro que si.

Sigue conectado e iré sacando tu nombre, número de cuenta, claves........



Sigues conectado, así me gusta valiente.

En realidad esta información la obtiene toda página web a la que te conectas. Espero que esto te haya hecho ser consciente de que Internet no es anónima (y cada vez menos).

Las firmas están sacadas de 1





viernes, 7 de noviembre de 2008

Las sorpresas desagradables de KDE 4.1

Seguro que es mucho mejor que lo que había, pero hay varias cosas molestas en este nuevo escritorio, sobre todo la forma de imponerlo. Como ya sabéis de anteriores posts, soy usuario sobre todo de Kubuntu 8.04. - 8.10. Un buen día el SO se actualiza (como siempre en el peor momento, pero es verdad que no molesta mucho mientras lo hace).
El problema llega cuando al día siguiente enciendo el ordenador y veo que ha desaparecido toda mi configuración de escritorio POR SORPRESA, y me han instalado sin mi permiso el susodicho KDE 4.1. que ya empieza con mal pie.
Por supuesto, lo primero que hago es intentar desinstalarlo y recuperar mi configuración anterior. Imposible, porque resulta que a los desarrolladores les ha parecido buena idea que en vez de instalarse en una carpeta nueva, lo haga en la que había, sobreescribiendo la configuración (eso es mala baba). He probado a borrar la carpeta kde4 de home y casi es peor, así que la he vuelto a poner.

Vale, supongo que no hay remedio, me acostumbraré, pero no me gusta que me impongan un escritorio. El cambio es como si a un usuario de WindowsXP de toda la vida, un buen día y sin previo aviso (y sin pagar nada, menos mal) le "actualizan" a Windows Vista. Una mierda, vamos.

Ya lo tengo casi arreglado, todavía no he encontrado las mejoras, pero al menos funciona bien (no se cuelga ni esas cosas como me hizo Ubuntu). Algunos detalles:

> El nuevo menú es bastante peor que el anterior, y cuando le das a la opción de menú anterior, lo ha desordenado todo, el wine ha desaparecido, y las cosas ya no están por orden alfabético (ya me había acostumbrado a encontrar las cosas entre tanta k).

>Las barras de tareas son bastante más feas y con muchas menos opciones de elementos y de configuración.

>El gestor de programas ha a cambiado y ya no te deja elegir de donde vienen los programas (era una buena opción).

>Seguro que hay alguna sorpresita más que todavía no he encontrado.

Sin embargo parece que a todo el mundo le gusta: 1




















KDE4.1


En fin, me acostumbraré porque sigue gustándome más que el resto de opciones, pero desde mi punto de vista han estropeado el que me parecía perfecto y vamos a peor.

Ya he desactivado las actualizaciones para que no me toquen más los .... "escritorios" por sorpresa, pero tampoco me parece que esa tenga que ser la solución.

Editores de blog (Kubuntu)

Después de mucho probar, parece que este es un problema todavía no muy bien solucionado en Ubuntu, al menos en Kubuntu, que es el que yo uso. En este post hago una revisión de los que he probado. Si conocéis otros que no he probado, me lo decís y los pruebo.

Kblog: Parecería la opción más lógica. Se instala bien, pero una vez instalado y configurado, no se utilizarlo. No tiene opciones, ni se sincroniza con el blog, ni tiene ayudas, ni nada. Además se instala en "objetos perdidos" (o igual es por eso que no funciona). DESCARTADO.

BlogGTK: Se instala, pero cuando lo intento abrir no se carga, ni se abre ninguna ventana. DESCARTADO.

Publicador de entradas a blog: (no se si es el programa, pero es lo que sale en el menú) Se abre bien, tiene una línea de título y sitio para escribir, pero no tiene casi formatos y no se puede trabajar offline. La línea de título no funciona y no pone el título en su sitio al publicar. DESCARTADO, por demasiado básico.

Drivel: Se instala y abre bien, pero tiene pocas opciones: No pone título ni facilita casi ningún formato. DESCARTADO.

Parece que con esto he terminado con todos los editores de blog de los repositorios. Pues la verdad es que no hay ninguno decente. Otra opción que se me ocurre, probar los que vienen integrados en Mozilla, veamos:

Deepest sender: Tiene buena pinta, se abre bien, pero cuando le doy a guardar (publicar) me sale un error de Javascript (está claro que hoy no es mi día):
Error enviando post: Must specify either an content or summary element for a post.
Pues ale, otro DESCARTADO.

Scribefire: Se instala facil como complemento de Mozilla, se abre sin problemas y con bastantes opciones, se configura fácil y tiene opciones. Tiene formatos, parece un editor de texto cualquiera, pero que además permite insertar enlaces, fotos, videos, ..., Sube y sincroniza bien los posts. ME LO QUEDO, por ahora es claramente la mejor opción. De hecho es la única buena opcion de todas las que he probado y con esta estoy escribiendo este post.

Algunas pruebas: cursiva, subrayado, tachado, caracter raro§¥¤£¢©®±», Tamaños, parece que todo funciona.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Tulipanes y ninjas (hablando de crisis)

¿En que se parece un tulipán a tu casa o la mía o cualquiera que tenga una hipoteca? Parece un chiste, pero mientras haya gente dispuesta a hacer dinero rápido sin terminar en la carcel, seguirá existiendo la venta piramidal. Lo malo es que encima les pagamos las pérdidas. Empecemos por el principio:

En la década de los años veinte del siglo XVII el precio del tulipán comenzó a crecer a gran velocidad. Se conservan registros de ventas absurdas: lujosas mansiones a cambio de un sólo bulbo, o flores vendidas a cambio del salario de quince años de un artesano bien pagado. En 1623 un sólo bulbo podía llegar a valer 1.000 florines neerlandeses: una persona normal en Holanda tenía unos ingresos medios anuales de 150 florines. Durante la década de 1630 parecía que el precio de los bulbos crecía ilimitadamente y todo el país invirtió cuanto tenía en el comercio especulativo de tulipanes. Los beneficios llegaron al 500%.

En 1635 se vendieron 40 bulbos por 100.000 florines. A efectos de comparación, una tonelada de mantequilla costaba 100 florines, y ocho cerdos 240 florines (1). Un bulbo de tulipán llegó a ser vendido por el precio equivalente a 24 toneladas de trigo. El record de venta lo batió el Semper Augustus: 6.000 florines por un sólo bulbo, en Haarlem.

En 1636 se declaró una epidemia de peste bubónica que diezmó a la población holandesa. La falta de mano de obra multiplicó aún más los precios, y se generó un irresistible mercado alcista. Tal fue la fiebre, que se creó un mercado de futuros, a partir de bulbos aún no recolectados. Ese fenómeno fue conocido como windhandel, "negocio de aire", y se popularizó sobre todo en las tabernas de las pequeñas ciudades, a pesar de que un edicto estatal de 1610 había prohibido el negocio por las dificultades de ejecución contractual que generaba. Pese a la prohibición, los negocios de este tipo continuaron entre particulares. Los compradores se endeudaban y se hipotecaban para adquirir las flores, y llegó un momento en que ya no se intercambiaban bulbos sino que se efectuaba una auténtica especulación financiera mediante notas de crédito. Se publicaron extensos y bellos catálogos de ventas, y los tulipanes entraron en la bolsa de valores. Todas las clases sociales, desde la alta burguesía hasta los artesanos, se vieron implicados en el fenómeno.
En 1637, el 5 de febrero, un lote de 99 tulipanes de gran rareza se vendió por 90.000 florines: fue la última gran venta de tulipanes. Al día siguiente se puso a la venta un lote de medio kilo por 1.250 florines sin encontrarse comprador. Entonces la burbuja estalló. Los precios comenzaron a caer en picado y no hubo manera de recuperar la inversión: todo el mundo vendía y nadie compraba. Se habían comprometido enormes deudas para comprar flores que ahora no valían nada. Las bancarrotas se sucedieron y golpearon a todas las clases sociales. La falta de garantías de ese curioso mercado financiero, la imposibilidad de hacer frente a los contratos y el pánico llevaron a la economía holandesa a la quiebra.

Realmente el proceso es tan exacto a la crisis ninja, que asusta pensar que la historia se repita y que no exista ningún mecanismo para evitar que esto ocurra. Cualquier mecanismo de este tipo evitaría la especulación en todos sus tipos, ya que cualquier tipo de especulación puede producir una crisis igual o peor, todo depende a cuanta gente se consiga enredar y cuanto dinero meter en ese objeto especulado (tulipanes o casas).

Claro que.... ¿que es la bolsa sino un gran mercado especulativo?




Para saber más de tulipanes: wikipedia, 1, 2.
Para saber más de ninjas:
1, 2